Descripción
Después de tantos años de literatura fantástica acerca de la SS, hemos podido recuperar estos documentos imprescindibles para comprender un poco la complejidad de las llamadas Escuadras de Protección (Schultz Staffel) y de una Cosmovísión que atrajo a cientos de miles de jóvenes a encuadrarse bajo las dos runas de la victoria y el negro uniforme. Le traemos a sus manos un documento de difusión interna, repartido entre los SS para afianzar aún más ese sentimiento de comunidad, de Orden que habitaba en el seno de la SS. El mismísimo Reichsfürer SS Heinrich Himmler felicitó a el autor por su trabajo.
Adentrándonos en este trabajo, podremos ver cómo reglaban sus actividades invitando a sus familias y allegados a formar parte de esa comunidad militante, a través de ceremonias, celebraciones y actos, muchos de ellos recuperados de las tradiciones indoeuropeas y germánicas. Tradiciones que volvían a enlazar al hombre SS y a su familia con la Memoria de la Sangre.
Exponemos una serie de hechos que alumbran la historia hasta ahora ocultada. Lo mostramos con la sana intención de ver la verdad que alumbraba la fe de aquellos hombres y mujeres que constituyeron, posiblemente, la estructura político-militar de la que más páginas se han escrito a lo largo de la historia.
Si bien es cierto que tratamos a las SS como una Orden, es porque creemos, tras los numerosos documentos que han llegado a nuestras manos, que así lo fue. Y creemos que no fue una ‘orden’ constituida a sí misma, sino que recibieron el testigo de continuar con la Tradición. Ya que una ‘orden’ nunca puede autogenerarse pues incumpliría el principal requisito para serlo, el paso del testigo, el Cordón Dorado que a través del tiempo eterno hereda y es depositario de ese saber primordial. El tradicionalista Rene Guénon le contestaba así a Julius Evola cuando éste le propuso crear la Corona de Hierro como Orden que englobase los nuevos hombres.
Si el fanático es aquel que está imbuido, tocado por lo sagrado y cree luchar en la sacralidad de una idea, de una Cosmovisión, entonces hemos de decir que los hombres y mujeres de la SS eran fanáticos. Ya que abandonaron el mundo circundante y sus tentaciones para formar una élite guerrera, y por qué no, mística que al más puro estilo de las órdenes militares medievales compaginaban el aspecto político-militar con el espiritual-comunitario.
Ésta es una traducción del libro escrito por el teniente general de la SS Fritz Weitzel y publicado con el título original de Die Gestaltung der Feste im Jahres-und Lebenslauf in der SS-Familie {La celebración de las festividades especiales en la vida de la familia SS),
Este texto proporciona una excelente visión del pensamiento de la época y de cómo realmente se organizaban y pensaban los miembros de las SS
Para clarificar algunos importantes temas sobre los que tanto se ha escrito, se han añadido tres apéndices: «Celebración del 9 de Noviembre», «El Anillo SS Totenkopfring» y «Wewelsburg» (el famoso castillo, sobre el que tanto se ha escrito pero poco se sabe, analizado seriamente, con datos y sin mistificaciones) que en conjunto constituyen apuntes necesarios para comprender un poco más la increíble complejidad de la Orden Negra.
Prólogo a la edición en castellano
Este volumen que ahora tiene en sus manos puede considerarse como un hito histórico, una de esas revelaciones que pueden trastocar cimientos del pensamiento, que puede hacer tambalear concepciones arraigadas en nuestra mentalidad histórica de los acontecimientos. Podría decirse que ésta es la segunda parte del libro La Orden SS, pero creemos mejor calificarlo como apéndice del libro que acabamos de citar.
Después de tantos años de literatura fantástica acerca de la SS, hemos podido recuperar estos documentos imprescindibles para comprender un poco la complejidad de las llamadas Escuadras de Protección (Schultz Staffel) y de una Cosmovisión que atrajo a cientos de miles de jóvenes a encuadrarse bajo las dos runas de la victoria y el negro uniforme. Le traemos a sus manos un documento de difusión interna, repartido entre los SS para afianzar aún más ese sentimiento de comunidad, de Orden que habitaba en el seno de la SS. Podremos ver cómo reglaban sus actividades invitando a sus familias y allegados a formar parte de esa comunidad militante, a través de ceremonias, celebraciones y actos, muchos de ellos recuperados de las tradiciones indoeuropeas y germánicas. Tradiciones que volvían a enlazar al hombre SS y a su familia con la Memoria de la Sangre.
No es menester en este libro crear o fomentar ‘órdenes’ que basadas en ciertos ritos, aquí descritos, se constituyan a sí mismas y adopten dichas actuaciones. Nada más lejos. Exponemos una serie de hechos que alumbran la verdad histórica hasta ahora ocultada por un manto de mentiras y fantasiosas calumnias. Lo mostramos con la sana intención de ver la verdad que alumbraba la Fe de aquellos hombres y mujeres que constituyeron, posiblemente, la estructura político-militar de la que más páginas se han escrito a lo largo de la historia. Queremos saber el porqué de ese fanatismo irreductible que les condujo a no retroceder, a no rendirse y a no renegar jamás.
Si bien es cierto que tratamos a las SS como una Orden, es porque creemos, tras los numerosos documentos que han llegado a nuestras manos, que así lo fue. Y creemos que no fue una ‘orden’ constituida a sí misma, sino que recibieron el testigo de continuar con la Tradición. Ya que una ‘orden’ nunca puede autogenerarse pues incumpliría el principal requisito para serlo, el paso del testigo, el Cordón Dorado que a través del tiempo eterno hereda y es depositario de ese saber primordial. El tradicionalista René Guénon le contestaba así a Julius Evola cuando éste le propuso crear la Corona de Hierro como Orden que englobase los nuevos hombres.
Si el fanático es aquel que está inbuido, tocado por lo sagrado y cree luchar en la sacralidad de una idea, de una Cosmovisión, entonces hemos de decir que los hombres y mujeres de la SS eran fanáticos. Ya que abandonaron el mundo circundante y sus tentaciones para formar una élite guerrera, y por qué no, mística que al más puro estilo de las órdenes militares medievales compaginaban el aspecto político-militar con el espiritual-comunitario. En este libro hemos añadido tres apéndices para clarificar temas que podían quedar un poco solapados. Por ello la «Celebración del 9 de Noviembre», «El Anillo SS» y «Wewelsburg» constituyen apuntes necesarios para comprender un poco más la increíble complejidad de la Orden Negra.
Para finalizar agradecer a los traductores y demás colaboradores su desinteresado esfuerzo y dedicación que ha hecho posible que la presente edición llegue a vuestras manos. Seguro que ninguno de ellos quedará defraudado.
Los Editores.
- Prólogo a la edición inglesa
A finales de los años 30 el Reichführer de las SS Heinrich Himmler había concluido con éxito su plan de convertir a la SS en un ejército político con su propia base religiosa al margen de la iglesia.
Obviamente éste fue un proceso largo, dado que casi todos los miembros de la SS habían crecido en el seno de la iglesia, ya fuera ésta evangélica o católica (generalmente la mayor parte de los alemanes del norte eran evangélicos y los del sur católicos).
Ciertamente no hubiera sido prudente por parte de Himmler el mostrarse abiertamente agnóstico frente a los sistemas ortodoxos de la iglesia, pero a medida que la SS adquiría mayor poder, una forma propia de religión germánica precristiana iba generalizándose en el seno de la Orden negra.
Cada vez más y más miembros de la SS hacia finales de los años 30, dejaban abiertamente la iglesia en favor de la religión de la SS que tenía sus raíces en la civilización paleogermánica.
Esta religión SS evolucionaba lentamente en el sentido de revivir las antiguas tradiciones germánicas y eliminar las religiones judía y cristiana por ser recientes contaminaciones provenientes del Oriente Medio (incluso 2.000 años de cristianismo se puede considerar reciente frente a los miles y miles de años de religión germánica precristiana).
Hoy en día se tiende a olvidar que el cristianismo encontró grandes dificultades para extender su control religioso por toda Europa. Las religiones precristianas como el paganismo estaban profundamente enraizadas por haber permanecido inalteradas durante milenios, y los primeros cristianos hubieron de recurrir a la fuerza y a maniobras político-oscuras para lograr la conquista del poder religioso.
Incluso, después de conquistar el poder religioso en Europa, los nuevos conversos encontraban difícil abandonar sus viejos ritos como la Pascua y la Navidad (Jul). A resultas de esto, continuaron celebrando las fiestas paganas, aún bajo amenaza de severos castigos por parte de las nuevas autoridades cristianas.
La autoridad eclesiástica cambió entonces de táctica, decepcionada por el fracaso de la represión, e inventó un sentido cristiano para estas festividades. Con esta astuta manipulación los cristianos se aseguraban de que las futuras generaciones crecieran sin contacto con el verdadero sentido de sus fiestas.
Y así sigue siendo aún, con la inmensa mayoría de la población europea que permanece ignorante de sus propias raíces religiosas y del sentido original de las fiestas celebradas por sus antepasados.
La Pascua se convirtió en la conmemoración de la resurreción de Cristo, y rebautizada como Navidad la conmemoración de su supuesto nacimiento.
Ésta es una traducción del libro escrito por el teniente general de la SS Fritz Weitzel y publicado con el título original de Die Gestaltung der Feste im Jahres-und Lebenslauf in der SS-Familie {La celebración de las festividades especiales en la vida de la familia SS),
Aunque se hayan añadido algunas fotografías e información suplementaria, el texto es la traducción exacta del original, en su lectura hay que tener en cuenta que el libro fue publicado durante la guerra, y las referencias al conflicto son por ello comprensibles.
Este texto proporciona una excelente visión del pensamiento de la época, particularmente de la actitud de disgusto de muchos miembros de la SS frente a las religiones cristianas por un lado, y de aceptación de los nuevos valores de nobleza de las SS, y su religión.
Fritz Weitzel fue quizás el arquetipo del SS en términos de inteligencia, coraje, lealtad e intelecto flexible, capaz de abrazar el nuevo ideal (o mejor dicho la resurrección de uno viejo) de la SS como una orden religiosa no cristiana.
Weitzel nació en el seno de una familia con una fuerte disposición cristiana, su padre era evangélico y su madre católica. Como solía pasar en estos casos, el padre se convirtió al catolicismo, y Fritz Weitzel fue educado en la práctica de esta religión.
A principios de los 30, Weitzel abandonó la iglesia por su devoción hacia la nueva Orden SS. También persuadió a muchos de sus camaradas de la SS de que hicieran lo propio.
A finales de los 30, dos tercios de la SS en el distrito de Weitzel habían abandonado formalmente la iglesia, más que en cualquier otro distrito SS de Alemania.
Si el Tercer Reich hubiera durado mil años, en lugar de tener que luchar contra todos los países de la Tierra tras los doce primeros, el cristianismo hubiera ciertamente esparcido su última hipocresía en la Tierra, y la fe religiosa del pueblo alemán se hubiera identificado con la de la Orden SS.
- Introducción
Esta publicación explica el sentido de las diferentes celebraciones y espera guiar a las familias para que celebren estas efemérides con el espíritu correcto. Leyendo este libro, todo hombre y mujer de la SS llegará a una comprensión más profunda de estas celebraciones.
Este libro espera ser un compañero inseparable en especial para las mujeres, ya que la mayor parte de los preparativos recaerán sobre ellas.
El conocimiento de las tradiciones de nuestros antepasados nos da paz interior; mantener vivas estas tradiciones nos proporciona guía y fuerza.
Weitzel
Teniente General SS.
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