Descripción

Introducción

En Octubre del año pasado se efectuó en esta ciudad un congreso de dermatología al que no se admitió la entrada a personas que no fueran médicos, aunque quisieran pagar la cuota de $250,000 y estuvieran conformes en no tener voz ni voto.

Es explicable, en términos generales, que el médico vea al NO medico como una persona tan carente de preparación científica que ni siquiera es posible compartir con él algunos conocimientos.

Ya en el 8° Congreso Internacional de Medicina, efectuado en 1964 en Buenos Aires, se admitió que el médico tiende a desdeñar, como no científico o como charlatán, al que habla (sin ser medico) de daños causados por un mal diagnostico o por algún medicamento.

Hacer absoluto ese desde es un error, pues el paciente también tiene algo que decir, algo que opinar, ante la instancia superior del médico.

Corriendo, pues, el riesgo del desdén, en este libro se relata un caso en el que hay claras evidencia de que la acción de varios médicos fue yatrogenica. Su autoridad como eminencias médicas no se discute. Sólo se señalan hechos que condujeron a un trágico fin.

Por lo demás, es un mensaje de atención a todo aquel que este o pueda estar enfermo.