Descripción
Prólogo del Traductor
1939 es marcado en la historia oficial como el año en que inició la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, desde 1933, año en que apenas había llegado Hitler al poder, el sionismo había declarado la guerra a Alemania, así quedó patente en la publicación del viernes 24 de marzo de 1933 del periódico británico Daily Express con el titular «Judea declara la guerra a Alemania». La publicación invitaba a todos los judíos del mundo a boicotear los productos alemanes. Ésta verdad elemental se ha propagado por el mundo gracias a internet, pero más que todo fue gracias al valiente trabajo de los historiadores revisionistas. La guerra económica es un mecanismo de presión contra los países y busca someterlos a la voluntad de los señores del dinero, no por casualidad, Richard Coudenhove-Kalergi mencionó en su libro de 1925, Praktischer Idealismus: “Ahora, la lucha comercial está reemplazando a la militar: el boicot y el bloqueo se emplean en lugar de la guerra; la huelga política en vez de la revolución”, éste modus operandi de los reyes del oro suele llevar a las naciones al quebrantamiento económico y moral, además de provocar tantas muertes por hambre como las que provoca un bombardeo masivo. Gerd Honsik mencionó que “El boicot y el bloqueo son armas dirigidas contra las madres y sus hijos”.
Con esto el sionismo había demostrado su verdadero rostro y los Nacionalsocialistas tenían muy claro quién era su enemigo, en respuesta, en 1935 los alemanes dictaron Las Leyes de Nuremberg, por medio de las cuales se buscaba aplicar restricciones a las actividades de los judíos, ahora enemigos declarados, dentro de Alemania, pero además los Nacionalsocialistas emprendieron la titánica tarea de educar al pueblo en ésta verdad ineludible incluidos los niños. Con ese objetivo, el libro que usted tiene en sus manos fue editado en 1938 con el título Der Giftpilz (La Seta) y fue publicado por Julius Streicher, editor del diario Der Sturmer de corte Nacionalsocialista. El texto es de Ernst Hiemer y las ilustraciones de Philipp Rupprecht quien firmaba como Fips. Las historias e ilustraciones fueron pensadas para niños y el libro se distribuyó en las escuelas primarias con el objetivo de enseñar a los niños sobre los peligros que los judíos representaban para todo el pueblo alemán. Hoy en día, el sionismo hace lo mismo que hicieron los Nacionalsocialistas pero estos obligan a los niños alemanes a leer el Diario de Ana Frank con el objetivo de sembrar la autoculpabilidad en las nuevas generaciones de alemanes. Lo que podríamos fácilmente denominar como “El Tratamiento de Desnazificación en la Actualidad”.
Una copia del presente libro se exhibe en el Museo Memorial del Holocausto en Washington, Estados Unidos, y en 2019 el Museo Judío de Londres exhibió una exposición con la que buscaba demostrar que el estereotipo del judío adinerado es un error y se exhibió el presente libro, puesto que habla sobre la preponderancia de los banqueros judíos en la economía. Abigail Morris, directora del Museo Judío de Londres dijo: “Los mitos y los estereotipos tienen sus orígenes, y ésta exposición se basa en objetos de más de 2,000 años para ir a las raíces de las prácticas judías en torno al dinero. Al mismo tiempo, muestra cómo ciertas interpretaciones peligrosas, incluso mortales, surgieron y aún proliferan en todo el mundo”. Los maestros de la mentira buscan con esto, hacer creer a las masas que es un simple mito que la
mayoría de los grandes bancos del mundo pertenecen desde hace siglos a familias judías entre las que podemos citar a los Rothschild y a los Warburg.
La traducción del alemán al inglés fue realizada por Gary Lauck y la publicó con el título “The Poisonous Mushroom” (La Seta Venenosa), lo que le acarreó acusaciones de “antisemita” y “neonazi”. En 1995 fue arrestado en Dinamarca y deportado a Hamburgo Alemania donde tenía una acusación y era buscado por distribuir “propaganda neonazi”, lo que le valió una condena a cuatro años de prisión. Fue liberado el 19 de marzo de 1999 y deportado a los Estados Unidos. En 2007 produjo la traducción al estonio, motivo por el cual el Servicio de Seguridad Interna de Estonia presionado por el Lobby Judío, inició una investigación bajo la acusación de “incitación al odio”. El caso de Lauck es uno entre miles de personas que han sido encarceladas por criticar al sionismo, lo que nos recuerda las palabras de Voltaire: “Para saber quien gobierna sobre ti, simplemente encuentra a quién no estás autorizado a criticar”.
Robert Faurisson mencionó en una conferencia: “El revisionismo no es una ideología, es una metodología”, como metodología nos permite revisar la historia imparcialmente y arrojar resultados igualmente imparciales, cosa contraria a lo que sucede cuando la Historia se estudia desde un punto de vista ideológico. Por lo tanto, el lector observador, notará que el presente libro de cuentos infantiles, tenía en 1938 la misma función propagandística que hoy tienen Hollywood y la enorme producción literaria sobre el holocausto judío recalcando la maldad alemana durante la época del Nacionalsocialismo, es decir, identificar, señalar y por supuesto denostar a un enemigo abiertamente declarado, ese es el objetivo de la propaganda, sea quien sea el que la pone en práctica. De tal modo que si los alemanes hubiesen ganado la guerra, las películas y libros que se producen masivamente sobre la Segunda Guerra Mundial, serían anti judíos y anti Aliados al contrario de anti alemanes.
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