Descripción
El bien probado heroísmo y desprecio al peligro de los pilotos de Caza de la Luftwaffe alcanzó su cúspide en los Grupos de Choque… Walther Dahl, su Kommodoro, que predicó con el ejemplo, nos narra con elegante humildad las horribles jornadas de aquellos valientes que, en una inferioridad numérica que impresiona, despegaron contra formaciones masivas de a veces mil cuatrimotores escoltados por otros tantos cazas, dispuestos a defender, hasta con la última gota de su sangre, a los millones de inocentes mujeres y niños que soportaron durante años los bombardeos indiscrimandos de la RAF y de la USAAF.
«…Los pilotos de la Caza de Choque de la Luftwaffe fueron siempre voluntarios, y el número de los que solicitaron ingresar en ella fue mucho mayor que el del contingente necesario para cubrir las plazas de los 6 Grupos de Rammjäger que se crearon. Al ingresar en la Unidad, los pilotos prestaban el siguiente juramento ante la bandera: «En toda acción que nos lleve al contacto con los bombarderos cuatrimotores enemigos, juramos atacar al adversario a la distancia más corta, y, en caso de no lograr abatirlo con las armas, derribarlo chocando contra él».
Nunca, pues, podrá considerarse kamikazes a los pilotos alemanes de la Caza de Choque, pues ni era su propósito morir en la acción, y existían posibilidades de salvarse al saltar en paracaídas segundos antes de la colisión. De lo contrario, el coronel Walther Dahl, que realizó por dos veces esta arriesgadísima maniobra, no hubiera podido escribir este libro que hoy ofrecemos al lector.
El libro es enriquecido con gran cantidad de fotografías, facsimiles de planes de vuelo, descripción de aviones de uno y otro bando, biografías de Experten de la Luftwaffe, gráficos de los diferentes modos de ataque a los «boxes» de B-17, y mapas aéreos cuadriculados de uso de los pilotos de caza.
Walther Dahl (1916-1985) coronel de la Luftwaffe y caballero de la Cruz de Hierro con hojas de roble, formó parte de la JG3 mandada por Lutzow en la primavera del 41. Obtiene 51 victoria sobre Rusia y Malta. En Mayo de 1944 esnombrado Comodoro de escuadra, se hace cargo del IV Grupo de Asalto de la Escuadra «Udet» y de la JG300 que obtiene una formidable victoria en la «batalla aérea» de Oschersleben, derribando dos formaciones de bombarderos cuatrimotores norteamericanos (58 bombarderos). Walther Dahl derribó personalmente 128 aviones, de ellos 36 cuatrimotores. El 26 de enero de 1945 fue nombrado Inspector de la Caza Diurna cargo que desempeñó hasta el el fin de la guerra, aunque sin dejar por ello de seguir volando, esta vez ya en reactores Me-262, con los que logra sus tres últimas victorias en los postreros días de la guerra.
Nota sobre el autor
Walther Dahl, con 678 misiones sobre los frentes oriental, mediterráneo y occidental, fue uno de los más tenaces, experimentados y reconocidos líderes de la Luftwaffe.
Nacido en Lug, en la región de Bergzabern del Estado de Renania-Palatinado, el 27 de marzo de 1916, se une al Ejército alemán en 1935 en la fuerza de Infantería. Es transferido a la Luftwaffe con el rango de Alférez el 18 de Enero de 1938 . Luego de un breve periodo como instructor de vuelo, Dahl fue asignado a su primer unidad operativa, la JG3.
Transcurridas apenas unas horas de comenzada la Operación Barbarroja, el 22 de Junio obtiene su primer victoria aérea cuando: volando un Bf 109f derriba un I-16 «Rata» soviético sobre territorio ruso, reclamando por tanto uno de los primeros derribos de la Campaña, aunque luego fuera él mismo derribado. Tras 3 días de incursión en territorio enemigo, retorna a su unidad para ser subsequentemente transferido al II Gruppe de la JG3.
El 24 de julio, Dahl es condecorado con la Cruz de Hierro de segunda clase. Vuela en unas cuantas misiones sobre el sur de Rusia y el 23 de octubre de 1941 tiene en su haber unas 17 victorias aéreas. A comienzos de 1942 el II./JG3 es transferido a Sicilia y asignado a la JG53, con la que realiza misiones sobre Malta. Dahl es apuntado como Staffelkapitan del 4./JG3 pero no registra victorias hasta que su grupo es trasladado nuevamente a Rusia. Combate allí en los cielos de Stalingrado y en las luchas defensivas de diciembre 1942 – enero 1943, logrando un total de 25 victorias y elevando su hoja de servicio a las 50 victorias, por las que recibe la Cruz Alemana en Oro.
En el verano de 1943 Dahl toma el mando del III./JG3 pero a comienzos de agosto el Gruppe es trasladado a Münster, Westfalia, para tareas de defensa del Reich. Aquí es donde Dahl se gana la reputación de ser un formidable exponente táctico de la guerra contra los bombarderos pesados de la USAAF. El 11 de marzo, Dahl es condecorado con la Cruz de Caballero en reconocimiento a sus 64 victorias, entre ellas 9 B-17.
En la primavera de 1944, el General der Jagdflieger Adolf Galland le hace saber que el III Gruppe de la Escuadra de Caza «Udet» es, según él, el mejor grupo del Reich, por lo que le propone a Dahl la formación de una Gefechtsverband para misiones especiales conocida como Jagdgeschwader zur besonderen Verwendung (JGzbV), con base en el sur de Alemania, que reuna un cierto número de Jagdgruppen y pueda concentrar rápidamente una respuesta a los bombardeos sobre territorio alemán. Tras la propuesta de Galland para liderar la Formación, Dahl se pone inmediatamente en acción y reúne a los II/JG3, I/JG5, II/JG27, II/JG 53 y III/JG54 bajo su mando.
El 24 de mayo el JGzbV realiza sus primeras operaciones de gran envergadura logrando éxitos sorprendentes. Unos 517 bombarderos atacan Berlín escoltados por unos 400 cazas enemigos. La jagdwaffe se trenza en una violenta batalla caza contra caza y aunque no muchos aparatos pudieron alcanzar a los bombarderos unas 33 fortalezas volantes fueron derribadas y unas 256 dañadas.
El 6 de junio Dahl fue asignado como Kommodore de la JG 300. Se distingue por el uso de la novedosa táctica Ramm (choque/colisión) en la que envisten con su propio avión a los bombarderos enemigos tras haber jurado atacar a la más corta distancia posible para derribar como mínimo a un adversario, si no es por armas, aunque más no sea colisionando contra él, aunque teniendo siempre la posibilidad de salvar su vida a último momento, como lo atestigua el mismo Dahl, quien realizó dos veces esta arriesgadísima maniobra.
A pesar del gran éxito logrado con la táctica Sturm de asalto a corta distancia con FW 190 fuertemente blindados y tras haber alcanzado ya su 82° victoria aérea, Dahl es destituido por Göring el 30 de noviembre de 1944 tras un fuerte cruce entre estos dos hombres.
El 26 de julio de 1945 Dahl es nombrado Inspekteur der Tagjager con lo que es puesto al mando de la caza diurna y condecorado con las hojas de roble a su Cruz de Caballero el primero de febrero. Promovido al rango de Oberstleutnant Dahl llega a volar en los Jets He 162 y Me 262, logrando con éste sus 3 últimas victorias sobre el final de la guerra.
Además de su destacada hoja de servicio se le reconoce a Dahl una muy fuerte personalidad que lo lleva a ser admirado y respetado por todos sus superiores y subordinados, logrando una gran capacidad de liderazgo. Sin temor a enfrentarse duramente y cara a cara con el Comandante supremo de la Luftwaffe, Hermann Göring, éste llega tanto a amenazarlo con mandarlo a fusilar como a encargarle que se presente ante Hitler a defender el papel de la aviación de Caza. De sus conversaciones con Hitler sobre el Me-262, a pesar de la extrema prohibición del Führer de discutir sobre su utilización a todo el personal de la Luftwaffe, se cree que han tenido gran influencia en la autorización para entregar finalmente la producción del Me-262 a la aviación de Caza, por la que toda la Luftwaffe clamaba.
Sobrevive a la guerra contando en su haber con 128 derribos, incluidos 30 bombarderos cuatrimotores confirmados (aunque muy probablemente hayan sido 36), lo que lo ubica cuarto en la lista de top-scorers contra bombarderos pesados, tras 678 misiones realizadas. Es mantenido prisionero en Inglaterra hasta el fin del año 1945.
Escribe esta su autobiografía en 1961, año en el que se presenta a las elecciones de ese año de la Alemania Federal como miembro del partido de derecha Deutsche Reichspartei, funda la Asociación Nacional de los soldados, cuyo presidente de honor era Hans Rudel, y participa en reuniones de grupos asociados al nacionalsocialismo.
Alcanza tranquilamente el final de sus días el 25 de noviembre de 1985 a la edad de 69 años.
JURAMENTO
Es una radiante mañana de mayo del año 1944; el cielo, de un azul inmaculado, refulge sobre el aeródromo de Salzwedel, en el Norte de Alemania. Delante de los hangares forma el IV Grupo de la Jagdgeschwader 3 «Udet» para prestar solemne juramento como primer Grupo de Asalto.
El Generalleutnant Schmid, Comandante en Jefe del l.er Cuerpo de Caza, que ha llegado de Treuenbrietzen, su puesto de mando, para presidir el acto, devuelve el saludo al capitán Moritz, Comandante del Grupo, cuando éste, con voz clara, le da la novedad:
—El Sturmgruppe de la Escuadra de Caza «Udet», formado para prestar juramento solemne.
Se yergue la figura alta y delgada del general, en cuyo cuello reluce la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro, y sus ojos gris azulados recorren la formación con mirada satisfecha. Quizá se acuerda del día en que también él, joven voluntario durante la Primera Guerra Mundial, formara ante su Comandante en Jefe. Luego, cuando hace resaltar con graves palabras la significación del momento, todos sienten la atmósfera de camaradería militar y la gran preocupación por la patria que embarga tanto al general como a cada uno de ellos.
Terminada la breve alocución del Generalleutnant Schmid, se adelanta el capitán Moritz. Sus voces de mando se oyen en todo el campo:
— ¡Firmes! ¡Presenten armas!
Los sesenta y ocho pilotos, vistiendo traje de vuelo, parecen una muralla. Detrás de ellos, en cuadrilátero abierto, forman los quinientos soldados del Grupo, en uniforme de servicio, con casco de acero y fusil, y, en el ala derecha, un joven sargento piloto, condecorado con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro y portaestandarte de la Escuadra, a quien dan escolta dos tenientes que lucen en la guerrera la Cruz Alemana de Oro.
El capitán Moritz lee con voz pausada y firme la fórmula del juramento:
—Nos comprometemos a luchar en defensa del Reich siguiendo los principios y reglas del Grupo de Asalto. Sabemos que, como pilotos del Grupo de Asalto, estamos llamados a proteger con todas nuestras fuerzas la vida de las poblaciones en la retaguardia, y a defenderlas hasta el último aliento.
«En toda acción que nos lleve al contacto con bombarderos cuatrimotores enemigos, juramos atacar al adversario a la distancia más corta y, en caso de no lograr abatirlo con las armas, derribarlo chocando contra él».
Hace ya varias semanas que los pilotos conocen, palabra por palabra, el juramento que lee el capitán Moritz. Todos han tenido la posibilidad de pedir el traslado a otra unidad, pero no sólo no lo ha hecho ninguno, sino que, acudiendo a la proclama, siguen presentándose al IV Grupo de la JG 3 nuevos voluntarios de otras unidades de Caza. Las escuadrillas están completas, y, formadas ante su Comandante, confirman solemnemente su compromiso.
Hay gravedad en la expresión de aquellos jóvenes. Saben del indecible dolor que el terror aéreo ha llevado a los habitantes de Alemania, y creen que su animosa acción evitará ese dolor o, por lo menos, lo mitigará.
Cuando se han extinguido las últimas palabras del juramento, el Generalleutnant Schmid se acerca a la formación de los pilotos. Cada uno de ellos confirma con un apretón de manos el juramento que acaba de hacer. El primer Grupo de Asalto de la Luftwaffe está preparado para la lucha en defensa del Reich.