Descripción
En este folleto se recogen 4 artículos que se publican en La hoja de Combate de mayo y junio de 1991 y en enero y febrero de este expirante año de 1992, pero haciéndoles ahora algunas correcciones y substanciales adiciones.
Primero instintivamente hace 25 años, y luego reflexivamente he preferido rebatir errores que hacer simples exposiciones de la verdad histórico-teologica.
Ahora, como siempre, los mas destructores en ese orden son sustentados por sacerdotes y aun por obispos,y para hacer triunfar la verdad no hay como primeramente sacarlos de sus madrigueras y repliegues y exhibirlos al derecho y al revés. ¿A simple ignorancia se debe? Sería ignorancia culpable. ¿ A refinada malicia? No podemos averiguarlo en la mayoría de los casos. Su léxico es aparentemente ortodoxo, pero mal aplicado. Y así, por ejemplo, Ilamán «cultura» a lo que no es sino culto a Satanás, «cultura emergente» a una nueva fase bimilenaria revolución anticristiana; exigen «dialogo» donde no puede haber sino lucha a muerte.
Y a la vez se desprestigia a nuestros Padres en la Fe, a nuestros eximios evangelizadores y civilizadores –a la cabeza Hernan Cortes- de los siglos XVII y XVIII, equiparables a los más grandes de la primitiva Cristiandad asiática y europea -me atrevo a decir que los primeros discípulos de los apóstoles, si no es que, varios de nuestros frailes, los propios apóstoles, en lo esencial del carisma de apostolado-, dejándonos huérfanos, sin raíces y a merced del vendaval revolucionario.
Creo que La conclusión de que para la nueva evangelización o reevangelización parta de sólidas bases es absolutamente necesario que los primeros en convertirse, ideológicamente desde luego -empezar por estudiar y comprender la verdadera historia eclesiástica y civil de México y del mundo- sean Obispos y Sacerdotes, no solo los nuestros, sino también y cuando menos, los que tienen en sus manos el CELAM.
El inmediato fruto de la conversión sería un racimo: 1)Desechar la idea de que todo está cambiando o debe cambiar en la Iglesia Católica, pues no cambia ni puede ella cambiar sino en lo accidental de la Liturgia, la cual es la aplicación del inmutable Dogma, el cual solo se desenvuelve eodem sensu et eademn sententia; y, en consecuencia, limpiar sus enseñanzas del dogma y la moral de toda clase de errores, y la liturgia sacramental, de las indebidas novedades -como la obligada comunicación de pie-; de profanaciones, feminismos y mundanidades impúdicas 2) No seguir poniendo la esperanza en la democracia, la libertad y la atea que los Estados Unidos nos Han impusto para tenernos en permanente, costosísima y cruenta guerra civil y que no es sino partidocracia, y ni esto pues cada Partido no pasa de ser el botín de una oligarquía; y, en consecuencia, siquiera prohibirles a los católicos el pertenecer a cualquiera de los Partidos ateos y el votar por sus candidatos.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.