Descripción
En este inteligente trabajo sintético, partiendo de principios metafísicos tradicionales, el autor hace una dura crítica al mundo moderno a través del fenómeno conocido como “Nuevo Orden Mundial”. Dicho “ordenamiento” no se limita a los fenómenos del ámbito geopolítico, económico, cultural o científico, como muchos erróneamente creen, y mucho menos a una burda “teoría de la conspiración” Las fuerzas que mueven la historia y la existencia humana son siempre más invisibles que visibles, más metafísicas que físicas, por ello, más que de un “nuevo orden” político-social (que también tiene su importancia) se trata de un “nuevo orden” interior, uno en el que se busca eliminar el intelecto humano, es decir, las potencias espirituales con las cuales nos podemos comunicar con lo trascendente: se le llama “nuevo” porque nunca antes en la historia de la actual humanidad se había alcanzado semejante corrupción del espíritu humano, se le llama “orden” porque desde la perspectiva de la fuerza satánica que lo impulsa, ella no puede ver sino orden en lo que hace, pues siendo ella misma el desorden no podría llamar al éxito de su actividad de otra forma, y se le llama “mundial” porque afecta ya desde hace décadas a los cinco continentes del planeta. Por lo tanto, comprender lo que es el Nuevo Orden Mundial no implica necesariamente la experticia en ponerología política (eso sería información, no conocimiento), implica darse cuenta de que hay una verdad con mayúscula, pues si percibimos la maldad es porque presentimos una ley positiva que se siente ofendida dentro de nosotros; algunos pocos todavía logran intuir la existencia de esa ley a través de un instinto profundo, esa intuición y sentimiento confusos suponen ser los restos moribundos que quedan del espíritu, de la inteligencia verdaderamente humana que se ve reducida al mínimo en la actualidad, como producto de todo este galimatías. Por eso el autor ha dicho: “Si la lectura de este libro no ayuda al lector a conocer su propio svadharma (su responsabilidad individual conforme a su naturaleza), este libro no vale para nada”, Sin duda este escrito, aunque a primera vista no lo parezca, puede ser el primer paso hacia el “conócete a ti mismo”, pero de ninguna manera el último. El autor continúa su exposición trilógica en “la rueda de los cuatro brazos” (2011), y “El hijo del león” (2014).
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