Descripción
José Antonio De la Loma, recopilando testimonios y experiencias de oficiales alemanes, y confrontado con asesoramiento militar, de lecturas más o menos técnico-militares y de sus estudios de Historia en la Universidad, ha dado a la luz esta obra, en la que pone de manifiesto lo que ha sido y es el espíritu militar de Alemania. Espíritu que ha formado la esencia moral de su Ejército, constituyendo su base principal y más sólida.
Para alcanzar a comprender en profundidad es necesario remontarse a un origen nada próximo; y seguir paso a paso su intrincada evolución, sus problemas, sus progresos, en suma, todo lo que viene a resultar el conjunto de factores históricos que lo han determinado.
Aún así, hay en él algo más que la voluntad de sus mandos, la misión por la que se forjó o los efectos de sus armas: está el espíritu de los hombres que lo integran, mil veces por encima en importancia a cualquier otro factor. Espíritu que es carácter que lo ilumina y refleja a la vez del de la nación, forjado a lo largo de los años, y que ha dejado impresas en la Historia las huellas imborrables de su paso. Seguir pues esas huellas desde el momento en que podamos percibirlas, será nuestra misión.
Esperamos poder así alcanzar la comprensión y compenetración con el espíritu que hoy anima al Ejército alemán.
Barcelona, 1944.
PRESENTACIÓN
Sería vanidad que yo pretendiera presenta a un escritor, sea o no recién salido al palenque de las letras, puesto que podría repetirse el caso del cuento y se me preguntase quien me presenta a mí. Carezco, al efecto, de precedentes de costumbre y de la calidad de escritor que precisaría para apadrinar a quien desea contribuir con su esfuerzo y sus dotes a la cultura ajena.
Pero el caso presente tiene otro matiz, que es el que me anima a aceptar el papel de padrino con que me honra el Autor de este trabajo. Entre los centenares de estudiantes universitarios que están pasando por mi mando, para conseguir la brillante y solitaria estrella de Alférez de Complemento, sucesor de aquel muy distinguido Alférez Provisional, figura este joven estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona, que ha sabido y sabe compaginar sus estudios de carácter oficial, merced a los que en su día conseguirá un título académico, con aquellos otros estudios y ocupaciones que pueden contribuir a su formación cultural completa, y que desde sus primeros, momentos no quiere reservar para sí mismo, sino que en un afán de expansión lanza el público. Es indudable que este deseo merece toda protección y ayuda, y si con lo que mi cargo, que no mi nombre, representa, puedo contribuir a su realización; si con mis modestas líneas puedo satisfacer el ansia legítima de un novel, ir de la mano de persona que por llevar ya una vida consagrada a la milicia, en toda la auténtica y amplia acepción de esta palabra, le sirva de introductor, no puedo en conciencia negarla, antes al contrario, gustoso doy cumplimiento a tal misión.
El autor de esta obra ha hecho ya sus pruebas, con éxito, en las lides literarias; concretamente en el teatro; mereciendo la distinción de ser representada una obra suya por el S. E. U. de este Distrito Universitario; pero sin duda, el influjo del uniforme que ahora viste, le hace sentir ese «espíritu militar», sin el cual no puede ser buen Oficial, quien pretenda llevar las divisas de cualquier empleo o jerarquía; y recopilando cosas oídas y vistas en Oficiales alemanes, con algunos de los cuales ha convivido, y confrontado con asesoramientos de la misma procedencia, de lecturas más o menos técnico-militares y de sus estudios de Historia en la Universidad, ha dado a la luz esta obra, en la que pone de manifiesto lo que ha sido y es el espíritu militar de Alemania, a través de la Historia, y que como es lógico ha contribuido a formar la esencia moral de su Ejército, constituyendo su base principal y más sólida.
La circunstancia de que salga a la palestra de las letras militares quien por su profesión no pertenece a la «Carrera de las Armas», hace más meritorio y digno de loa este trabajo que ha de ser leído con interés en cualquier época y momento, pero más, en esta encrucijada bélica en la que la Humanidad se encuentra sumida y que amenaza con dar al traste con nuestra milenaria Civilización, aunque hemos de confiar en que la Divina Providencia no ha de permitir que esa civilización cristiana, por la que tanto ha luchado y lucha, en todos los órdenes, nuestra querida España, sea ahogada por los modernos bárbaros, para bien de la Humanidad en general y de nuestra Patria en particular.
Felicito, pues, al novel escritor en las lides militares y le animo a seguir trabajando en pro de su formación militar y para contribuir a la cultura general de nuestra amada España, de cuya juventud mucho esperamos los que ya nos hemos alejado de ella.
Barcelona, abril de 1944.
FRANCISCO MUT
(Coronel de Estado Mayor)
PROLÓGO
Hablar del ejército alemán, considerándolo como una uni- dad, resultado de unas causas nacidas en el transcurso de estos últimos años, sería incurrir en un grave error. Para alcanzar a comprender de un modo esquemático, pero relativamente claro y ordenado, cuanto ese amplio concepto entraña, es necesario remontarse a un origen nada próximo, por cierto, a nosotros; pero cercano, sin embargo, a las primeras épocas de la Historia; y seguir paso a paso su intrincada evolución, sus problemas, sus progresos, en suma, todo lo que viene a resultar el conjunto de factores históricos que lo han determinado.
No es, por tanto, el Ejército alemán una unidad caprichosa que surge oportunamente en un momento crucial para esquivar los peligros que pudieran redundar en perjuicio de la nación. Así considerado, resultaría en todo excesivamente frío, materializado. Hay en él algo más que la voluntad de sus mandos, la misión por la que se forjó o los efectos de sus armas: está, el espíritu de los hombres que lo integran, mil veces por encima en importancia a cualquier otro factor. Espíritu que es carácter que lo ilumina y refleja a la vez del de la nación, forjado a lo largo de los años, y que ha dejado impresas en la Historia las huellas imborrables de su paso. Seguir pues esas huellas desde el momento en que podamos percibirlas, será nuestra misión. Y encajados en el torrente de los años pretéritos, desembocar en el raudal del presente, conocedores de ese carácter. Buscando siempre, no el dato concreto ni la fecha determinada, como razón de nuestro trabajo, sino la frase olvidadiza pero oportuna, el comentario humilde, pero eficaz; la carta ignorada que yace en el fondo de una guerrera parda; la anédocta fugaz que pasa como el proyectil silbando los oídos para morir sin fuerza en los mustios libros de viejas bibliotecas; y, en suma, el germen variado, motivo, causa, detalle, que en todo momento pueda iluminar nuestro camino, enfocado hacia la comprensión y compenetración con el espíritu que hoy anima al Ejército alemán.
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